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Conquests Of The Longbow: The Legend Of Robin Hood


Muchas son las historias que se cuentan del legendario Robin Hood, el Príncipe de los Ladrones, pero sólo una es cierta. Aquella que dice que demostró y salvó al Rey Ricardo Corazón de León, capturado durante su regreso de las cruzadas, y de que consiguió ganarse la confianza de los más pobres. Esta es su historia.

Día I

Nada más despertarse por la mañana, camino cuatro veces al oeste donde encontró de nuevo a Little John en un montículo sobre el bosque silvestre. Habló con él, y esperó allí un buen rato, hasta que divisó a una mujer en el camino, que fue arrestada por un guardia real por no pagar impuestos y tener mal sino. Robin velozmente bajó al camino, para salvar a la mujer atacada, mas el guardia no la dejaba en paz, y Robin acabó con él de una tacada. Llamó con el cuerno a sus compañeros, que acudieron al toque de queda, y cuando la mujer ya se marchaba el bueno de Robin le dio una moneda. Volvió al campamento y subió dos veces al sur, donde encontró a sus compañeros tirando con el arco a una cruz. Llegó ya la noche, Robin bebió mucho y se fue cascarla, y no se esperaba que en sus sueños Marian le diera una esmeralda.

Día II

Desde la cabaña de Widow,
Robin fue dos veces al sur y una al oeste,
donde Marian estaba siendo atacada
por un monje a su ecuestre.

Robin no dudó
y su flecha salió volando,
acabó con el maldito monje
y a Marian terminó salvando.

Ésta no pudo quedarse,
y se fue con el caballo cojo.
Como recuerdo,
le dejó un triste zapato rojo.

Día III

Regresó otra vez al montículo,
hasta que otro hombre volvió a aparecer.
Robin bajó de nuevo,
y con una moneda lo pudo resolver.

Se puso sus ropas,
y marchó a la ciudad, allá;
a un amigo zapatero,
el zapato le dará.

A cambió del zapato,
un peine de plata le concederá,
ya es hora de volver al campamento
pues pronto anochecerá.

Día IV

Regresando a la arboleda,
a Marian volverá a mirar.
Dándole su peine de plata,
la esmeralda se volverá a juntar.

Antes de marcharse,
al montículo regresará
donde un hombre es atacado,
y al guardia, abajo, matará.

Día V

Hay un buen despertar,
al montículo hay que volver,
donde parará a un monje de negro
para su ropa coger.

El monje se revela,
y una lucha con palos sucederá,
mas el monje es bien malo
y Robin claramente ganará.

Tras coger una flauta, una bolsa y sus ropas
al pantano se largará,
vestido como un monje
la flauta con sus labios sonará.

En bote con un guardia llegará,
y los dos objetos le dará,
y tras responder unas preguntas,
en el castillo entrará.

Yendo de frente,
al Prior rezando encontrará,
y cuando vea que este se larga,
al lado noroeste se irá.

Parará la tortura del joven enano,
y cuando se vaya el Prior le desatará,
tras hablar con él un rato,
un pergamino tendrá que hallar.

Irá al sudeste con el Prior,
y el armario de los pergaminos examinará,
mirará hasta coger uno,
y la copa del Prior tirará.

Éste se marcha enfadado,
y el pergamino habrá que tomar,
tras volver a la prisión,
el enano se lo leerá.

Interesantes noticias,
mas hay que escapar.
Siguiendo al enano hasta el bote,
las gárgolas habrá que pulsar.

Abajo izquierda, arriba derecha
y arriba izquierda pulsará,
y ya en la playa
Robin al bosque volverá.

Día VI

De nuevo en el montículo,
un monje aparecerá,
pero con el arco le amenazó
para sus ropas llevar.

En la ciudad, en la iglesia,
tres hábitos de monje tomará,
pues han arrestado a los hijos de Willow,
y Robin los rescatará.

Tras llevarse un barril,
al castillo irá,
con un penique,
a los hermanos podrá mirar.

Volviendo al pub del castillo,
el barril el chico del bar llenará,
y a un tipo sentado en una mesa,
a un estúpido juego ganará.

(Si quieres saber como se juega
el apéndice deberás de mirar
porque no me sale de la polla
decírtelo acá)

Abre la bodega y pasa,
en uno de los barriles ha de estar,
una entrada secreta
con túneles para dar y tomar.

Ve donde el cura,
y en su taza la amatista le echarás,
así que quedará roque
y el muy cabrón robarás.

En la habitación del cura,
sus almohadones habrás de revisar,
porque estos mismos esconden
una caja de madera esencial.

Ve por los túneles,
hasta la mazmorras lleguen
y mira por el agujero
hasta que los guardias se larguen.

Rápido entra, y en la mesa
dos monedas les habrás de dejar,
y cuando a por vino se vayan,
a los hermanos habrá de liberar.

Dales los hábitos de monjes,
y vuelve al bar,
porque al intentar salir
al sherrif has de tocar.

Realizada la hazaña,
Widow generosa se encontrará,
y sin ningún esfuerzo,
una red de oro te dará.

Día VII

Tras despertarme, miré aquel verso,
de las iniciales nota tomé,
de aquellos que algo decían,
y en la caja de madera, las coloqué.

Aquello me dio un anillo de fuego,
y hasta la arboleda fui,
mas Marian allí me esperaba,
y yo el pergamino le di.

Yo tenía un mapa en mi mano,
y en el bosque esperé
donde apareció un duende
que con la red de oro cacé.

Me llevó hasta un gran árbol,
con el cual yo hablé.
Me transformó en medio árbol
porque tenía algunas preguntas que responder.

Acerté aquellas que pude:
"comb","money","eye" o "fur" podía ser
mas menuda potra que tuve,
de hacerlo más o menos bien.

Él me dio alguna información,
y el sueño ya me llegaba.
Volví al campamento,
¡joder! que cansado que estaba.

Día VIII

En el montículo paré un arquero,
por sus ropas dinero le entregué,
con ello fui a la ciudad,
y con un maestro hablé.

Como dijo Marian:
el pergamino le has de dar.
Yo ni corto ni perezoso:
todo para él, no quiero ná.

Luego fui a la competición,
a todos conseguí ganar.
Como premio por mi puntería,
una flecha de oro me fueron a dar.

Día IX

Los guardias me persiguieron este día
por todo el bosque hasta la arboleda,
pero con un rápido movimiento al sudoeste,
les dejé atrás, ahí se quedan.

Al montículo volví,
una vez más aburrido,
atraqué a un mercader,
obteniendo una joya oculta en su vestido.

Me puse su ropa y me teñí el pelo,
para en el castillo pasar desapercibido,
nadie se dio cuenta y pude pasar,
con una joya al sheriff la trampa había tendido.

Cayo en la trampa como un pardillo,
le robamos todo el oro para nuestro cometido,
desnudo se volvió al castillo,
con mis risas en sus oídos.

Día X

Llame a los hombres,
un plan íbamos a necesitar,
Marian había sido secuestrada,
y el de Little John me fue a gustar.

Me puse el anillo de fuego,
hablé en el pub con el tabernero,
tras insistirle entré en el pasadizo,
no tuve que darle dinero.

Marché a la iglesia,
a un laberinto fui a dar,
con la velocidad de un rayo,
la puerta hube de encontrar.

Marian se chamuscaba,
y yo la tuve que rescatar,
una vez puesta a salvo,
en la arboleda una clave me fue a comentar.

Día XI

Llamé de nuevo a la gente con el cuerno,
otro plan íbamos a idear,
el de Tuck era el más convincente,
y todo salió genial.

Día XII

Como antes a los enemigos esquivé,
al montículo yendo a parar,
donde había un caballero
con el que tuve que charlar.

Hablamos a solas,
y con mi mano la clave le mostré
algo había de sospechoso,
y tras hablarle le maté.

Día XIII

Con el anillo de agua,
al pantano marché,
y hablando a unos espíritus,
un bote logré.

Les seguí por la niebla,
un muro me mostraron
por el que no pude trepar
hasta que escribí "GORT" en mi mano.

Subí a la torre,
y al rey la clave con mi mano mostré.
Él se venía conmigo
y escapamos por los pies.

Tras muchos avatares,
todo salió bien,
y en mi juicio dije
que el arroz, depende de los gustos (De Frank T).