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Sin And Punishment: Successor Of The Skies


Consejos - Objetos Útiles

Botiquines

Estos objetos aparecen tras cumplir determinados requisitos (superar una hilera de enemigos, abatir varios con la espada) y rellenan la vida que hemos perdido hasta ese momento. Han de ser tomados en cuenta para evitar perder por completo el multiplicador y la puntuación al caer derrotados (lo más probable es que durante las primeras partidas no seamos capaces de superar las batallas más complejas, así que no debéis perder la paciencia). Depende, como es de esperar, también del nivel de dificultad que se haya elegido.

Medallas

Las medallas sólo aparecen al completar un logro determinado, o lo que es lo mismo, una serie de condiciones durante el combate. Dependen de varios factores, pero el resultado siempre es el mismo: una ligera bonificación al finalizar el escenario de marras en el que estemos jugando. Si somos lo suficientemente hábiles para obtener los logros, es de prever que nuestra puntuación aumente de forma considerable. Ojo a no perder demasiada vida, ya que cada impacto que recibimos se traduce en un descenso notable del multiplicador, nuestro mejor amigo en este videojuego.

Monedas

El auténtico protagonista de este título: nuestro objetivo pasa por lograr tantas monedas como sea posible, y por ende nuestra puntuación. La puntuación obtenida depende de varios aspectos que comentaremos más adelante, pero las monedas se encargan de aumentar el resultado obtenido sea cual sea. El multiplicador aumenta con su uso, lo que se convierte en la excusa definitiva para no dejarlas pasar cuando aparezcan a lo largo de nuestra partida.

Capítulo 0 - Nave espacial

Este es el episodio que sirve como introducción, en el que los dos héroes aparecen hablando en el vídeo que se emplea como presentación para luego huir por patas' de la nave. Esta es nuestra única preocupación.

Aparecen enemigos de izquierda a derecha además de las barreras de protección que hemos de superar disparando al centro del láser (pegado a la pared). Como decíamos en la introducción, lo más indicado para inexpertos es comenzar con Kachi, único miembro de los presentes que permite disparar a varios blancos cargando el disparo especial. Si hacemos uso de ella basta con esperar el momento justo (cuando aparecen los rayos) para cargarlo y eliminar la amenaza. También los pequeños robots del suelo (con forma de seta) nos ayudan a aumentar el multiplicador.

Recuerda que la única forma de esquivar los disparos que parecen imposibles de evitar pasa por realizar una pirueta hacia izquierda o derecha justo cuando el disparo pasa cerca de nuestra posición. Todo sucede sobre raíles, así que la próxima parada es directamente el enemigo final de este escenario, que pese a no tener nombre y a servir como tutorial de inicio, supondrá un rival a tener en cuenta para los que no tengan ni idea aún de cómo hacer daño a enemigos de esta envergadura.

Jefe - Robot

Este jefazo sólo ofrece una complicación: lanza obuses que pueden causar daños considerables mediante sus patas, con las que ataca de forma incesante. Podemos elegir dos opciones: por un lado, dedicarnos a disparar a las extremidades para obtener más puntos y dejar la parte central para el final. Por la otra, el efecto contrario: disparar a la parte central sin prestar atención a otros elementos secundarios de menor importancia. Si queremos completar los logros del escenario sólo tenemos la posibilidad de quitarnos de encima las extremidades antes de pasar al siguiente capítulo. Este escenario, como decimos, sólo sirve de introducción para entender las bases del dominio del mapeado y de los héroes. Podemos devolver los disparos que efectúa (una especie de bomba) con la espada o fijar la atención en los bloques superiores que también nos otorgan logros, monedas y más puntuación.

Pasamos al siguiente punto, donde comienza verdaderamente esta historia.

Capítulo 1 - Ruinas urbanas

Este capítulo es relativamente fácil de superar, aunque comienza con bastante fuerza, enemigos finales de por medio. En las ruinas urbanas nos pasaremos la mayor parte del tiempo volando (recordad que ambos personajes pueden despegarse del suelo cuando les entre en gana mediante el patín o el jetpack que respectivamente cada uno de los dos carga a sus espaldas o debajo de los pies).

En cualquier caso, navegamos por los aires batallando contra los pequeños fantasmas que aparecen por doquier, nos fijamos en los soldados en lo alto de los edificios y luego tomamos buena cuenta de los escorpiones que trepan por las paredes. Las naves que se enfocan de forma horizontal lanzan misiles que podemos contrarrestar con nuestra espada, lo que nos otorgará alguna que otra moneda. Nos dedicamos a realizar movimientos de evasión hasta que tropezamos con el primero de los jefes del nivel.

N5 Murciélago

Una nave espacial tan grande como inútil. El problema no es tanto la nave en sí como los soldados que se suben a sus alas y los más osados que incluso saltan a nuestra plataforma. De suceder esto último, nos acercamos a él para estocarle con la espada. Mientras tanto flotamos de izquierda a derecha a toda velocidad para evitar los proyectiles (esta guía se ha realizado en nivel difícil, por lo que el movimiento ha sido esencial para la supervivencia). Tras unos cuantos golpes los soldados nos dejarán un momento para centrar la atención en la nave. Si queréis ampliar el multiplicador, al fondo navegan fantasmas.

Seguimos hacia adelante sobrevolando la ciudad en ruinas, damos buena cuenta de los proyectiles que lanzan desde lo lejos devolviéndolos para causar estragos y avanzamos hasta que cambia la perspectiva de la cámara, que ahora se pone a espaldas del héroe y enfoca la acción desde el suelo. Aquí nos enfrentamos ante varios robots que podemos batir con la espada, y luego a una estampida de cangrejos que sirven como precedente para otro de los Jefes de este nivel. A saber

Guardián Fénix

Este pájaro es uno de los Jefes más absurdos del juego, vencerlo sin que nos haga ni un rasguño debe ser nuestro objetivo. Sus ataques, al margen de la ráfaga de disparos, nos llevan a hacer frente a una especie de mini-pájaro que rueda desde el suelo. Podemos volar para esquivarlos o probar por devolver el golpe (con una contra) que nos recompensará con otro logro y bastantes monedas para el multiplicador. Una vez derrotado, seguimos hacia adelante.

El mundo se pone patas arriba: el héroe lo enfoca desde el otro' plano y comenzamos a disparar a todo lo que se mueva. Atención a los robots que disparan de lado (o hacia una dirección que no es la nuestra) porque probablemente nos roben algo de vitalidad si no tenemos cuidado. Superado este escenario llegamos a una zona en la que varias grúas se abren ante nuestros ojos. Si logramos derribarlas a todas obtendremos una medalla. Cuando hayamos tomado buena cuenta de ellas llegamos hasta otro enfrentamiento (pausado) en el que hacemos frente a otra nave. Después, el tercer enfrentamiento ante un Jefe: el de escuadrón.

Jefe del Escuadrón

Aquí cambiamos de escenario para subirnos a una plataforma en la que aparece un tanque liderado por un soldado en la parte superior. Este tira un boomerang que le permite robar algo de vida acompañado por sus súbditos, que aparecen a los lados. Nos debemos ir acostumbrando a la estrategia infalible de este título: rodamos de un lado a otra mientras cargamos el objetivo contra los soldados rasos y ponemos el resto de la atención en el jefe de escuadrón, que se acerca a nuestra posición para recibir unas cuantas estocadas de la espada. Segundos más tarde tenemos que hacer frente a otro combate.

Orión Tsang

Tampoco es este un rival muy a temer si sabemos manejar bien a nuestro personaje. Básicamente tiene tres formas de actuar: lanzando disparos azules, que tenemos que esquivar, acercándose a nuestra posición para recibir unas cuantas estocadas y por último lanzar proyectiles de fuego que podemos devolverle para causar daño considerable en su escafandra de protección. A poco de comenzar le habremos robado más de la mitad de la energía. El problema es que luego tenemos que volver a ejercer la masa cerebral para superar a otro enemigo, esta vez con forma de tortuga.

Guardián Quelonio

El quelonio es el enemigo más duro al que nos hemos batido hasta este momento. A su intro giratoria hay que añadir el lanzamiento de proyectiles en espiral (debemos mantenernos siempre en el centro cuando esto suceda, justo en el ojo del huracán). Cuando este golpe termina, hemos de hacer frente a otra aparición cara a cara (si le damos con la espada cuando se acerca a rugir obtendremos un botiquín médico). Luego están las piedras que podemos devolver para causar daños, tanto las frontales como la lluvia de rocas que lanza de forma aleatoria. Todos los objetos se pueden contrarrestar menos los disparos de fuego. Mientras tanta, podemos atacar a las extremidades (si queremos una medalla) o centrarnos en la cabeza a base de disparo con carga y sin carga. No es difícil, pero nos exigirá lo mejor.

Capítulo 2 - Túnel submarino

Nuestros dos amigos avanzan por un túnel subterráneo que teóricamente debería estar exento de enemigos, aunque lógicamente no sucede así. Más bien pasa todo lo contrario: de aquí en adelante la escala de dificultad es más que considerable, por lo que mejor nos vamos preparando para lo que está por llegar. Al comienzo del nivel tenemos varios puntos en los que centrar nuestra atención.

Por un lado los pequeños peces que suben nuestro multiplicador. Por el otro, la especie de planta que cae desde el cielo, que también tiene como objetivo propulsar el multiplicador hasta x16, la cifra más alta que puede alcanzar. Al margen de estos enemigos encontramos a los clásicos humanos y a alguna que otra medusa que aparece de cuando en cuando. Nada especial que describir hasta que alcanzamos el primer Guardián, poca cosa si tenemos la vitalidad llena (lo más probable) y hemos dado buena cuenta de los pocos enemigos que han aparecido hasta este punto (en comparación con otros niveles)

Guardián Medusa

Este guardián tiene varias formas de ataque. Tiene varios tentáculos con los que lanza proyectiles que podemos parar si les disparamos directamente en vez de atacar a la parte central, que es donde restamos mayor cantidad de energía. Lo mejor (también depende de la dificultad) es quitar de en medio primero los tentáculos y luego centrarnos en el ojo principal. Antes de darnos cuenta habrá desaparecido de escena dejando tras de sí bastantes puntos y material.

El túnel de agua no nos va a dar muchas complicaciones de por sí. Sólo debemos ir derrotando a las distintas clases de enemigos (morenas, peces de fondo, etcétera) sin emplear ninguna artimaña fuera de lo común, lo que nos proporcionará la posibilidad de llevar el multiplicador al máximo. Sólo debemos tener en cuenta las burbujas que cada vez aparecen con más frecuencia. Si contraatacamos con ella causaremos bastantes daños en las superficies que pueden ser derribadas. Es, de paso, una buena forma de afrontar el siguiente combate.

Guardián Morena

Otro guardián que antes de empezar -o casi- ya es pasto para los gusanos. Salen varias morenas de sus nidos, aunque debemos centrar la atención en la que nos atacaba durante las fases previas. De cualquier forma, las burbujas que aparecen, unida al jaleo que se produce en pantalla, nos permite atacar a bocajarro sin tener que preocuparnos de sus ataques (aquí no hay proyectiles, avisan antes de atacar abriendo la boca). Cuando vaya a abrir la boca podemos lanzar la carga (que no debemos utilizar hasta este punto) o esperar para tajar con la espada. No cuesta nada superar este obstáculo, así que aprovechad para sacar una buena puntuación de aquí.

Seguimos avanzando hasta casi salir del túnel, momento en el que nos enfrentamos nuevamente ante un reto, este bastante más complejo que el anterior, en parte porque se divide en varios sectores, tres concretamente. Por el camino, como hemos repetido en varias ocasiones, es menester hacer que el multiplicador suba todo lo posible para tener reservas ante el maldito enemigo al que nos vamos a enfrentar.

N5 Barracuda

Esta nave conserva parte de las propiedades de la anterior, sólo que se divide en tres partes, cada una con su estratagema. En la primera hacemos frente a los rayos láser (rodamos hacia arriba para evitar salir dañados), y a continuación centramos toda la atención en el habitáculo del centro. Cuando se destruya, pasamos a la parte principal', en la que hay dos módulos que debemos derribar además de los pequeños robots que cada sector emplea como defensa. Podemos dedicarnos a destruirlos para lograr más puntuación o centrar el ataque en cañonazos a los dos módulos. Si lo preferimos, podemos derribar uno primero, dejando el segundo como cúmulo de puntos. Ya sabéis, cuanto más rápido se termine la fase, mayor será la calidad de puntos que se multiplican como premio.

Terminamos este combate y abandonamos definitivamente el túnel. Nos vamos preparando directamente para el siguiente enfrentamiento.

La Torre

Esta torre se divide en varios sectores. El primero se basa en proyectiles láser, por lo que giramos de un lado a otro para evitar ser dañados sin soltar el botón de disparo. En el siguiente hemos de luchar contra el fuego, aunque si somos rápidos podemos destruir a los terminales que lo lanzan para aprovechar los pequeños huecos que dejan tras de sí. De nuevo es interesante probar el arma de Kachi para ir disparando a varios objetivos causando gran daño. El tercer nivel es el más exigente: aquí tenemos que seguir a la terminal principal girando rápidamente a izquierda o derecha (al contrario de la dirección en la que marche) mientras evitamos los rayos láser. Puede ser un poco desesperante al principio, pero pronto la habremos superado.

Ahora nos preparamos, una vez más, para otro enfrentamiento, de momento el más exigente de todos los que hemos disputados, que no son pocos.

Armor Ritter

Morena - Este enemigo es, como décimos, el más duro de pelar de lo que llevamos de juego. Lo gracioso es que realmente no le quitamos energía en sus transformaciones, sino cuando hemos roto su protección y se convierte en diminutas partículas viscosas. En primer lugar aparece como si de una medusa se tratase, lanzando esferas viscosas a nuestra posición, rayos láser que hemos de esquivar y misiles proyectados por los cazas que sobrevuelan la zona. Los misiles pueden ser impulsados contra la medusa para crear un daño considerable, pero hemos de apuntar al ojo, lo que supone un riesgo considerable. Si tenemos el multiplicador alto debemos limitarnos a debilitar el ojo. En caso contrario, podemos aprovechar las viscosidades para salir adelante.

Cuando le hayamos derrotado se convierte en cientos de fragmentos divididos. Dependiendo de la velocidad con la que los eliminemos tendremos que aguanta menos a este enemigo, así que nos conviene jugar rápido nuestras bazas.

Ente Nebulox - La siguiente transformación es más o menos parecida a la situación que vivimos con la morena de tentáculos. Este enemigo tiene el punto débil visible en el centro del pecho, pero los tentáculos que le rodean crean una especie de pantalla de protección temporal que le permite salir ileso si no eliminamos primero a sus ramificaciones. Asimismo estas proyectan láseres dañinos, por lo que es menester tumbarlos antes de pasar a la parte central. Repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta que logramos que caiga esta forma. Eliminamos otra tanda y finalmente llegamos a la tercera transformación.

Delfín - Este estado es el más fácil de los tres, pero también el que más posibilidades tiene de restar puntos del multiplicador. Primero hemos de tratar de obtener la moneda que está dentro de los anillos. Luego, descubrir cuál es el delfín adecuado (podemos mirar la barra superior para encontrar el correcto), y finalmente descargar toda nuestra munición sobre los restos que se esparcen una vez más en pantalla. Hecho esto, el combate estará acabado. Con él, también el capítulo.

Capítulo 3 - Fortaleza aérea

En la fortaleza aérea nos aguardan interesantes combates ante jefes finales, así como otros menores ante los enemigos que aparecen constantemente por el escenario. La primera novedad que nos encontramos es la vista cenital, que sustituye la tradicional a espaldas del héroe. Esto nos lleva, tras hacer frente a varios de los enemigos del mapa (hay que destacar la presencia de los soldados de rojo, que para ser vencidos han de resistirse a nuestra espada, así como la de las sierras poco más adelante, a la que tendremos que frenar al tiempo que superamos al resto de enemigos que aparecen a la derecha de la pantalla). Tras pasar por estos obstáculos, llegamos al primero de los enemigos.

Vigilante 11

Nada muy especial ni estrategia clave para superarle. Básicamente es una máquina que aparece en la parte derecha de la pantalla, cuya escotilla sólo se abre cuando va a disparar. A los extremos de la pantalla encontramos dos máquinas que lanzan rayos láser: podemos o bien centrarnos en esquivar los golpes (lo más recomendable) mientras atacamos al ojo, o eliminar la resistencia de la máquina para tomarnos un poco más de tiempo en el ojo central.

Cuando lo hayamos superado hemos de resistir a la máquina de sierra que comentábamos anteriormente, además del resto de la amalgama de enemigos que de cuando en cuando hacen acto de presencia. Nada importante hasta que accedemos al siguiente enemigo, este un poco más duro que el Vigilante 11.

Vigilante 17

Este vigilante es una especie de tabla que no ofrece demasiada resistencia si somos capaces de mover la cámara a su ritmo, cosa complicada si no esquivamos los ataques del resto de objetos que con el mismo diseño tratan de quitarnos la vida. Lo mejor es pegarnos al suelo para realizar esquives rápidos mientras resistimos con todas nuestras energías los embistes de sus ayudantes. Sólo podemos disparar a mansalva mientras, pegados a un lateral de la cámara, vamos buscando a la tabla principal, única que resta vida al cómputo. No es difícil, pero sí requiere una buena coordinación.

Después de sortear a unos cuantos enemigos llega el combate contra otro de los soldados que tratan de detenernos. Esta chica comienza su discurso preguntando sobre el aspecto físico de Isa e incluso proponiéndole una cita cuando 'todo esto acabe'. Lejos de hacerle caso, el chico coge su pistola y comienza el espectáculo, de forma vertical. En difícil es todo un reto superarla por la enorme velocidad a la que se mueve, así que prestad atención a la descripción que viene a continuación.

Hibaru Yaju

Yaju tiene, como el resto de los Jefes, varios estilos de combate. El primero no requiere pistola por nuestra parte, así que nos debemos de centrar en evitar sus embistes para dedicarnos a realizar varias estocadas cada vez que se acerca a nuestro puesto. Cuando esto suceda, Yaju quedará inconsciente durante unos segundos, tiempo que podemos aprovechar para disparar el cargador o bien para zumbarle todo lo que sea posible con la espada. Cuando su nivel de energía haya bajado de la mitad, comenzará a utilizar proyectiles, que pese a ser más efectivos que la espada nos permite disparar sobre su cuerpo, ya sea con o sin carga. También es posible acercarnos para hacerle gran daño con la espada en mano.

La tercera fase del enfrentamiento le devuelve a la espada, por lo que repetimos la operación del principio sin perder la calma. En fácil es pan comido, en medio es asequible, pero en difícil, su rapidez de movimiento y la cantidad de energía que roba por cada estocada nos hace temerla. Después de terminar con ella, saltamos directamente al jefe final de la fase.

Guardián Gigante

Este bicho horriblemente feo ha de ser destruido mientras escalamos un escenario de forma vertical, dividido como era de esperar en varios sectores. Al princpio basta con sortear los obstáculos mientras obtenemos los botiquines (destruyendo el bloque de marras) que nos recuperen en caso de haber perdido mucha energía contra Yaju. Luego sorteamos los bloques de fuego mientras le devolvemos los misiles que lanza para causar algo de daño. Mientras le tratamos de quitar un poco de energía a medida que ascendemos, ponemos un ojo en no perder energía.

Una vez en la parte de la lucha (cuando la pantalla no se mueve), el Guardián se dedicará a lanzar toda clase de bloques y de grandes artilugios para derrotarnos. Lástima que este momento sea el más fácil del enfrentamiento siempre y cuando seamos capaces de mantener un ojo puesto en su barra de energía y el otro en la velocidad de sus actos, más o menos predecibles según hacia dónde apunte antes de atacar con el cajón que lleva en su brazo izquierdo. Cuando le superamos, es momento de pasar al siguiente capítulo.

Capítulo 4 - Bosque onírico

Empezamos en un nivel totalmente oscuro, teóricamente dentro del sueño de alguno de los soldados que tratan de cortarnos el paso. Lo primero que llama la atención es la necesidad de enfocar a los enemigos para poder ver algo de luz, como si portásemos una linterna. Con este elemento en mente avanzamos matando a la especie de arañas que aparecen en los árboles, prestando atención a los cráneos que escupen fuego que poco después se convierten en el único enemigo a tener en cuenta de este nivel. A los pocos metros de comenzar a avanzar llega el primer combate de importancia.

Guardián Calavera

En vez de centrarnos en el esqueleto gigante, ponemos la mirada sobre la amalgama de fantasmas que parecen apilados en forma de pelota. Hemos de dispararles sin cesar a medida que disminuye la energía del enemigo. De vez en cuando saldrá despedida una cabeza para complicar la situación, pero no supone realmente una amenaza. La cosa se complica cuando hemos superado la mitad de la energía rival, momento en el que lanza la pelota completa, quedando ésta a pocos centímetros de nuestro personaje. Debemos emplear la espada para causar grandes daños. En unas cuantas repeticiones será historia.

Cambia la perspectiva aunque la oscuridad sigue presente. En esta ocasión avanzamos en línea recta mientras damos buena cuenta de los enemigos que aparecen en el fondo de la pantalla y los que hacen acto de aparición a izquierda o derecha. El camino no es muy largo, apenas tenemos tiempo de rellenar la energía (no dejéis pasar el botiquín) para volver a ponernos serios. Antes de enfrentarnos al guardia propiamente dicho hemos de vencer a dos casas típicas japonesas que giran alrededor de la pantalla. No sirve para mucho volar, así que nos mantenemos con los pies en el suelo, saltando cuando se aproximen para atacar con la espada en el cuerpo a cuerpo. Cuando hayamos terminado, aparece el verdadero Jefe.

Guardián Ninja

Un nombre un tanto curioso para un sapo gigante que lleva una especie de ninja. No emplea una estrategia especialmente compleja de entender, basando la mayor parte del combate en el lanzamiento de proyectiles de fuego. Mientras los esquivamos disparamos con todo lo que tenemos, sin perder el tiempo con la carga (la utilizaremos siempre que esté cargada, sin reservarla para ningún momento clave). En cierto momento en Ninja desciende del sapo para atacar cuerpo a cuerpo. Dependiendo de la dificultad nos permitirá hacerle frente con disparos o con la espada. En fácil da completamente igual, pero en difícil es aconsejable medir el momento exacto para dar unas cuantas estocadas. Hay que conservar la energía para evitar que el multiplicador se reste, como de costumbre.

Cuando cae derrotado, la perspectiva vuelve a cambiar. De nuevo el héroe va girando a medida que aparecen enemigos de todos los ángulos: una especie de serpiente voladora, más fantasmas Principalmente su objetivo es ayudarnos a ampliar el multiplicador ahora que no tenemos el impedimento de la oscuridad. Todo árbol alrededor hasta que aparece el siguiente guardián de turno, otro impedimento para alcanzar nuestro objetivo. El guardián primero derribará un puente, lo que nos hace cae al vacío. Antes de tocar al agua es necesario luchar contra varios sapos y frente al propio guardián que repta por el suelo. Podemos sacar bastantes puntos si le atacamos, aunque es preferible centrarnos en los pequeños murciélagos que, como tantos otros enemigos, sólo cumplen la función de ayudarnos a mejorar la puntuación. Cuando llegamos a la catarata tiene lugar el enfrentamiento.

Guardián Cenagoso

El guardián se dedica a lanzar sanguijuelas y pinchos. Los primeros quedan reptando por el puente, los segundos se convierten en proyectiles que explotan si no logramos deshacernos de ellos en el momento adecuado. Por este motivo es conveniente estar siempre en el aire evitando el contacto con el puente. Cuando hayamos hecho daño al guardián, trataré de lanzar un rayo láser que va directamente hacia el héroe. Los esquivamos rodando en círculos sin dejar de disparar. Una vez dañado, el guardián se lanza al puente para aplastarnos. Ojo con los proyectiles que lanza de vez en cuando, con opción a devolvérselos. Si le esquivamos tendremos su punto débil a nuestro alcance, momento que aprovechamos para darle con la espada o con la carga de energía, si es que no la hemos agotado anteriormente. No es muy duro pero sí ágil, hay que tener cuidado con él.

Después de este enfrentamiento todo es llano: avanzamos derribando las tablas que salen en el escenario, rellenando el multiplicador al tiempo que recuperamos algo de vida para el duro enfrentamiento que nos espera.

Ariana Shami

El último enfrentamiento del capítulo es, sin lugar a dudas, el más difícil de todos los que hemos tenido que protagonizar. Shami tiene dos formas: una en la que básicamente se dedica a lanzar hornadas de fuego y de agua, que evitamos con relativa facilidad (ojo a las esferas azules, que nos proporcionan algo de ventaja durante poco tiempo), así como los pájaros que se convierten en dagas para hacernos la vida imposible. Si superamos esta forma (lo ideal es que nos robe la menor cantidad de energía que sea posible) toca hacer frente a la segunda, todavía más dura que la primera. Aquí Shami extiende sus brazos y pasa al daño físico, no sólo a distancia, lo que la convierte en un ser más peligroso pero también más vulnerable ante nuestra espada. La cantidad de piedras que lanza al escenario puede ser un problema para la movilidad, así que es conveniente eliminarlas antes de que sea demasiado tarde. Luego lanza la esfera azul rodeada de otras rojas, de nuevo nos centramos en la azul para gozar de una pequeña ventaja. Al final del combate Shami invocará un enorme agujero rojo por el que aparece una roca gigantesca. Dependiendo del nivel de dificultad será más o menos complejo devolverla a su dueña, e incluso que de un impacto muera o que tengamos que realizar la operación más de una vez. La espada es crucial: los ataques de fuego pueden ser contrarrestados si pulsamos en el momento justo el botón de ataque, aunque corremos el riesgo de que nos haga daño en el intento. No desesperéis, es un combate bastante duro.

Capítulo 5 - Carretera del Desierto

En el desierto (uno de los mejores escenarios del juego) la velocidad se convierte en un factor clave. Dependiendo del personaje que controlemos tendremos que montar sobra una nave o un 'burro alienígena', tal y como lo describe Isa cuando lo ve por primera vez. En nuestro caso hemos empleado a Kachi, personaje que no permite que su mascota vuele. Nos pegamos al suelo por lo tanto mientras acechamos a izquierda y derecha para hacer que el multiplicador ascienda todo lo posible. No es un escenario especialmente complicado porque la vista permite saber exactamente hacia dónde nos conviene disparar y en qué momento hacer uso de la carga de energía. Antes de darnos cuenta estaremos frente al primero de los Jefes del escenario.

Guardián Félido

Este 'gatito' nos persigue a toda velocidad, primero por la autopista, haciendo embistes a izquierda o derecha (según su posición rodamos hacia el lado opuesto, hay que tener reflejos, pero es imprescindible para no morir a las primeras de cambio). Si le hacemos daño quedará rezagado, momento que podemos aprovechar para presionar el botón de disparo hasta que vuelva a caernos detrás. Cuando se canse optará por ir de un lado a otro del escenario, bien sea escondiéndose en la arena (sacando el rabo para proyectar un halo de luz) o para amenazarnos con sus garras. Como decimos, hemos de hacer impactar la carga sobre él para que retroceda y nos deje unos instantes ante su debilidad. Si somos de los que manejan rápido al personaje no tendremos el menor problema para vencerle: si lo nuestro es la paciencia, más vale poner toda la carne en el asador.

Una vez finiquitado, seguimos por la carretera. Hacemos frente a los enemigos del escenario pasado (lo que hemos querido describir como fantasmas a fala de tener un nombre más apropiado) además de los soldados que llegan en nave, fácilmente destruibles. Poco más adelante, cuando la cámara se centre en el flanco izquierdo, tendremos ocasión de eliminar a varios cangrejos que sirven como turbo para el multiplicador. A lo largo del recorrido es posible hallar distintas terminales que de ser destruidas causan una onda expansiva con la que nos quitamos de en medio a gran parte de los enemigos de pantalla. Tenedlas en cuenta. A medio camino irrumpirá una escena animada para anunciar al siguiente guardián.

Guardián Rapaz

Otro de los guardianes que no nos pone las cosas muy difíciles. Sólo tiene dos ataques básicos; lanzamiento de fuego y embestida, ninguno de los dos nos debería poner en apuros (ahora que ya deberíamos manejar a la perfección al héroe que estemos controlando). Basta con mantener la mira siempre puesta sobre su cabeza para que la energía vaya mermando poco a poco, empleando las cargas cuando vaya a embestir y manteniendo siempre las distancias para evitar que nos afecte alguno de sus miserables ataques. Cuando haya mordido el polvo volvemos a centrar la mirada sobre la carretera, momento que aprovechamos para volver a aumentar el multiplicador.

Esta zona es poco menos que una transición antes de alcanzar el último de los enemigos del mapa. Primero avanzamos por la carretera, luego por la zona desértica en la que hacemos frente a unos cuantos cactus y luego a una flota espacial enorme, una escena bastante interesante que como tantas otras veces en fases anteriores nos sirve para aumentar multiplicador o buscar alguno de los logros (céntrate en uno de los escuadrones para obtener una medalla, derríbalos a todos y será tuya).

Guardián Quimera

Atención a la quimera y a su increíble capacidad para derrotarnos a las primeras de cambio, por un lado gracias a s terrible velocidad, por el otro por la pesadez de su ataque volador cuando se debilita. Es una auténtica locura el ataque giratorio imposible de contrarrestar si no tenemos pericia a los mandos, pero es lo mejor que puede ocurrir para espabilarnos de una vez por todas (haciéndonos con el control total del héroe en cuestión). Su ataque ignífugo es básicamente una réplica de los enemigos a los que hemos atascado anteriormente, solo que esta vez se apoya en sus dos hombros para lanzar otro ataque giratorio en el que debemos rodar justo por el centro. Como decimos, cuando esté debilitado se volverá loco y comenzará a atacarnos de forma aleatoria, a toda velocidad, momento que aprovechamos para rodar fuera de su alcance justo cuando esté a punto de impactar. Si le derrotamos, se prestará voluntario para llevarnos hasta el Monte Fuji, nuestro destino desde hace algunos capítulos.

Capítulo 6 - Punto de Ebullición

Comenzamos en un escenario altamente protegido por las fuerzas enemigas, haciendo ademán de una gran cantidad de robots y otros monstruos que hemos tenido ocasión de derrotar a estas alturas en niveles anteriores. Aquí nos podemos ayudar por los misiles que cada dos por tres aparece en pantalla, aunque si tenemos tiempo para guiarlos nos serán de gran ayuda para escapar sin recibir grandes daños. La base de este escenario es la resistencia, especialmente si jugamos en difícil, donde la cantidad de enemigos y de disparos recibidos es sencillamente ingente e incluso demasiado exigente en cualquiera de los niveles de dificultad que hayamos probado.

Las cosas no se complican hasta la aparición de las primeras rocas aéreas, donde la masiva afluencia de enemigos, unido a los rayos láser y a las propias piedras hace casi imposible saber qué demonios estamos haciendo en cada circunstancia. Avanzamos, no obstante, hasta que aparece la segunda tanda de rocas, preludio de la fortaleza que ahora debemos apreciar desde lo lejos. En este momento aparecerá un submarino desde a lava (ahí es nada) para ponernos las cosas un poco más complicadas si cabe.

Aquí basta con derrotar a los soldados hasta que llegamos a la parte trasera del submarino. En este momento harán acto de presencia cuatro torretas láser que, unidas a los robots que disparan, hacen de este momento poco menos que un infierno. Lo primordial es quitarnos de encima las torretas, así que debemos centrar todo nuestro esfuerzo en ello. Luego vamos el otro lado del barco, evitamos los misiles dimensionales (podemos devolverlos) y regresamos a la parte anterior del submarino.

N5 Molten Echo

Es un cañón al que debemos disparar siempre en la retina pese a que el objetivo es prácticamente imposible de ver. Al cañón principal se le suma la presencia de pequeñas bolas de energía que o bien podemos esquivar o derribar con la espada. En cualquier caso, es nuestra elección ir girando pegados al borde de la pantalla o girar desde un punto en concreto justo cuando la lanza de fuego esté a punto de impactar contra nuestro héroe. No es muy resistente aunque el combate sacará de quicio a más de uno.

Seguimos avanzando hasta llegar a una zona en la que aparecen varias plataformas suspendidas en el aire. Aquí la cámara enfoca hacia el lado derecho, donde aparecen varios toros. Primero debemos centrarnos en el resto de enemigos hasta que el héroe se apoya en la plataforma. Aquí tendremos que hacer frente a una hilare de toros a los que podemos mandar en el aire con un golpe de la espada. Apuntamos con el objetivo hacia donde queramos que se dirijan (las plataformas en este caso) y comenzamos a batearlos para evitar salir dañados de esta escena. No es fácil, pero la recompensa vale la pena (poco haremos disparándoles, mejor los esquivamos si decidimos ignorarlos).

Alcanzamos una zona industrial, después de sortear a varias tortugas que portan una especie de edificio en su lomo (también las encontrábamos a poco de llegar a la fortaleza) y de ahí en adelante continuamos hasta llegar a la zona de los raíles. Aquí se detiene la partida por primera vez en el escenario para afrontar un nuevo combate.

Guardián Komodo

Este guardián es, cuando menos, lo suficientemente original como para tenerlo en consideración. El combate propiamente dicho no es muy complejo: con la mirada siempre pendiente en el retrovisor, hemos de calcular el lugar en el que se encuentra el toro para ir soltando vagones en la dirección en la que está ubicado. Para ello hemos de tener en cuenta que no es aconsejable volar (tenemos 7 segundos antes de salir despedidos en el aire y automáticamente perder la partida). Al principio tendremos que hacer frente a varios enemigos de menor envergadura, para luego ir de vagón en vagón dependiendo, como acabamos de explicar, de la posición del toro. Cuando hayamos impactado unas cuantas veces, pasará a la parte frontal del tren lanzando bolas de fuego. No tiene demasiada utilidad sacrificar vida para que nuestros golpes le impacten a no ser que queramos romper un récord de tiempo, por lo que mejor esquivamos y seguimos con la estrategia marcada.

Guardián Cría

Inmediatamente después de Komodo, toca hacer frente a su pequeña criatura, que escupe por la boca justo antes de morir. En realidad la primera parte, centrada en mantener a flote una grúa, no forma parte del enfrentamiento propiamente dicho. Sólo debemos centrarnos en golpear al unísono ambas plataformas para alcanzar el tope de la misma. Para ello podemos optar por dos vías: si tenemos a Kachi, lanzar la carga energética por compartido mientras seguimos impactando con munición normal.

En caso contrario, podemos apoyarnos en los misiles, que debemos dirigir a un cada uno de los mecanismos para mantenerlos siempre a la misma altura (es posible que haya una ligera diferencia, pero teniendo en cuenta que si no nos damos prisa el héroe atrapado cae a la lava, es conveniente agilizar el proceso).

Luego toca el combate, que transcurre con vista latera. La cría cuenta con varios ataques. Lanza fuego a todos los niveles, una bola de plasma (que podemos frenar si impactamos la carga contra su boca en ese momento), una especie de lanzamiento de roca que sale del volcán que está en el fondo y por última la rueda de pinchos, ya sea rodando o dando saltos para hacer de nuestra tarea una misión casi imposible. Hay que saber calcular el ritmo del enemigo para poder hacerle daño, lo que nos lleva a tener un minuto de descanso si rueda con la bola de pinchos. Tiene bastante energía, así que hay que armarse de paciencia y de valor antes de perder la calma.

Nótese que todos los ataques de energía frenan sus embestidas (antes de lanzar fuego, rayos láser), que cuando rebota en el suelo y lo hace sobre uno de los restos de magma queda su cuerpo a descubierto, permitiéndonos causar más daño, e incluso que es posible atacarle con la espada, corriendo mayor riesgo pero con el mérito que esto conlleva. El camino que sigue después del enfrentamiento nos permite recuperar aliento, energía y armarnos de valor para lo que viene a continuación, último enfrentamiento antes de caer en el capítulo final.

Deko Gekisho

Este enfrentamiento, dividido en tres partes, es ridículamente complicado. No sólo por la energía de Deko sino también por la cantidad de enemigos, balas y proyectiles que aparecen en pantalla, haciendo de este combate poco menos que un infierno bastante difícil de superar. Por suerte siempre contamos con la ayuda de saber de antemano cómo superarlo. En este caso nos interesa rodar por el escenario en círculos para evitar ser dañados, al menos como medida preventiva. Luego centrar los disparos básicos en los soldados, ya que los máquinas vuelven a aparecer, aunque sus disparos son más fáciles de esquivar que la presencia de los enemigos. La única forma de hacer que la energía del viejo amigo de Isa descienda es o bien aprovechar los misiles como devolución o concentrar la energía sobre su persona para que se lleve parte de su barra de vitalidad. Es muy complicado tener el ojo puesto en cada aspecto del combate, que para colmo es bastante largo. Una vez derrotado en este estado, comenzará a atacar él personalmente

La segunda transformación le lleva a volar por el escenario junto a nuestro héroe, que puede devolver sus golpes o sencillamente limitarse a esquivarlos para darle unas cuantas estocadas con la pistola cuando termina su retahíla de ataques, finalizando con un gran flash final que se lleva por delante media vida de impactar contra nuestro héroe. Es difícil seguirle la estela sin perder el multiplicador, tanto por la velocidad a la que se mueve como por la cantidad de objetos que tira para hacernos la vida imposible, además de las bombas desperdigadas por el escenario (las marcadas en rojo pueden ser propulsadas hacia su posición). No obstante, es preferible esquivar si somos inexpertos o jugarnos el todo por el todo si vamos a por la puntuación.

Cuando su vida se agota, queda un combate cuerpo a cuerpo en el que debemos darle con nuestra espada hasta que cae rendido en el suelo. No hay posibilidad de defensa ni de absolutamente nada más que de combatir. Generalmente no debería suponer un problema (recordamos que pulsar dos veces el botón antes de encadenar el combo nos permite una ligera ventaja durante el combate), pero de fallar nos veríamos obligados a repetir el combate y no todo el escenario, gracias a los puntos de guardado automático. Cuando se termina, disfrutamos de la cinemática y pasamos al siguiente y último capítulo, en el que aguardan los mayores (y peores) retos de este grandioso título.

Capítulo 7 - Coalescencia

Para evitar entrar en spoilers, digamos que los dos personajes han desaparecido para dar lugar a uno nuevo que va dirección al espacio. Desde ahí tendremos que afrontar una serie de combates frente a los jefes que ya hemos derrotado a lo largo del juego. De esto somos conscientes al comenzar este nuevo episodio, por lo que tampoco desvelaremos más información. Lo importante es que los guardianes, pese a ser relativamente conocidos, cuentan con distintos ataques a los vistos en enfrentamientos anteriores.

Comenzamos en el espacio, haciendo frente a la clásica amalgama de enemigos. A medida que avanzamos se complica la situación hasta que finalmente el héroe si sitúa frente a una especie de reactor. Quedamos atrapados dentro de una espiral creada por varios robots que nos atacan sin piedad, aunque nuestro objetivo ha de ser el reactor propiamente dicho. Hemos de eliminar las turbinas que lo mantienen a flote, tratando de cambiar de objetivo cada poco para evitar morir a las primeras de cambio. El héroe tiene ahora más energía, pero los enemigos son más poderosos, así que la balanza se nivela igualmente. Una vez superado esto, empezamos con los comandantes propiamente dichos.

N5 Difusor de energía

Extraño enemigo al que tenemos que vencer disparando al centro de un complejo sistema de electricidad en el que no vemos absolutamente nada. Utilizamos los proyectiles para lanzarlos al centro mientras cargamos la energía y disparamos sin piedad, tratando de colarnos entre las pequeñas rendijas que dejan tras de sí los rayos. Es un entrenamiento para lo que está por llegar, así que todavía no hemos visto nada.

N5 Cañón de Proa

Otro enemigo que batimos con relativa facilidad, en el cual sólo hemos de centrarnos en masacrar el objetivo (el centro del cañón), a ser posible utilizando los proyectiles que no paran de aparecer en pantalla. Tiene bastante energía pero muy poca resistencia y una capacidad de ataque más bien reducida. Nada que nos deba preocupar. Una vez vencido, sólo queda ir superando uno por uno los guardianes a los que nos enfrentamos en niveles anteriores, aunque esta vez, como comentábamos anteriormente, se han preparado para no volver a repetir el fracaso. Vamos paso a paso.

Ariana Shami

Poco a poco vamos desgranando a los jefazos finales que hemos tenido que superar a lo largo del juego. Este auténtico bicho ha potenciado sus ataques, pero sigue siendo igual de abatible que en el primer combate. De hecho, su estrategia se basa en dos golpes principales: puñetazos de fuego (en los que debemos rodar en la dirección contraria a ellos para evitar recibir daño) y una enorme proyectil en forma de roca que a posteriori se divide en pequeñas partículas considerablemente resistentes. Nada que debamos temer, en tanto su vitalidad no es excesivamente grande. Por suerte para nosotros, basta con no soltar el gatillo mientras esquivamos los dos primeros ataques, haciendo lo propio con los cuatro agujeros rojos de los que salen palomas que haremos bien en matar mediante la espada. En última instancia, cuando se vea contra las cuerdas, trata de arrojarlo todo mediante rayos láser (a los que acompañan pequeños proyectiles), momento en el que debemos mantener el fuego intenso sobre su cabeza a base de cargas de energía. El movimiento es fundamental para afrontar los próximos combates (al igual que este): rueda todo lo que puedas.

Armor Ritter

Ritter vuelve en forma de boca, con varios planteamientos ofensivos que varían a lo largo del combate. El primero aparenta ser un auténtico inferno, pero una vez entendemos el mecanismo se resuelve con relativa facilidad: alrededor de la boca aparecen varios ojos que acompañan a una especie de dentadura que trata de aplastarnos de forma sistemática. La única forma de evitar a ambos rivales pasa por rodar constantemente de izquierda a derecha, siguiendo la sincronía de estos dientes'. No todos caen al mismo ritmo, por lo que debemos situarnos bajo uno de ellos y esperar justo a la caída para cambiar de lado. Mientras tanto debemos descargar la potencia en la boca, dividiendo los ataques con recarga de energía entre la boca y los ojos, que pronto dejarán de molestarnos.

Cuando esté un poco mermado, la cámara se acercará a la garganta y, aprovechando el descuido, le propinamos varios golpes con la espada (ahora en forma de garras) que le bajará bastante la barra de vitalidad. Terminado este punto, la perspectiva cambia mostrando la acción con vista cenital, donde lo único que podemos hacer es defendernos (hay que tener en cuenta que el marco de movimiento es bastante reducido). Cuando se acaba esta fase volvemos al punto de partida, con la boca tratando de engullirnos y dejando su garganta a merced de nuestras garras. En este momento cambia de estrategia nuevamente. Varios ojos aparecen en escena lanzando rayos que persiguen al héroe.

Basta con rotar de lado a lado tratando de recargar la energía para liberar la presión de los rayos. Llegado cierto momento la boca trata de engullirnos nuevamente, dándonos ocasión a terminar con su energía. Es posible que el combate no termine aquí (especialmente en la dificultad máxima), y que tengamos que volver a la vista cenital, centrando nuestros ataques en las ramificaciones que aparecen cerca de los dientes, o extensiones de boca. Acabando con su vida estamos un poco más próximos al final.

Orion Tsang

Tsang es un enemigo formidable, pero su estilo de ataque se contrarresta sin demasiados problemas. Ahora aparece en forma de enorme nave espacial (diríamos con forma de tortuga) que se sustenta de dos entes con forma de gusano mecánico. Mientras que estos dos últimos se pasean a sus anchas lanzando proyectiles, Tsang se perfila como el objetivo en el que debemos centrar la atención, para colmo indicado con el color rojo. Ignorar el fuego de los gusanos es difícil, pero cuando hemos robado media vida del enemigo principal estos explotando dejando paso a un nuevo nivel' dentro del combate.

Esta parte es fundamental, y quizás sea la más compleja de todas las que hemos enfrentado en este capítulo. La idea es que en el momento que la nave se sitúe frente al héroe, éste cobra libertad total para moverse a sus anchas alrededor de la misma. El problema pasa por la cantidad de sistemas de defensa que tiene la nave, varios en la parte frontal, otros tantos en la inferior (por medio de lanzadores de bombas), varios propulsores de fuego con los que roba muchísima energía, varios protectores laterales Lo único que podemos hacer es obviar la parte frontal (a nuestro juicio la más compleja) para obtener monedas destruyendo poco a poco el resto de sectores. Si así lo preferimos, también es posible centrar toda la atención en la estatua que está al frente de la nave, único punto en el que realmente podemos mermar la energía de este enemigo. Pronto caerá, y dará paso al siguiente. Penúltimo de la cola.

Hibaru Yaju

Interesante presentación la de Yaju, que aparece en forma de dos guerreros que pelean dentro de un rectángulo de espacio limitado. Ellos pueden abandonarlo, pero nosotros no, por lo que sólo existen dos formas de afrontar la primera sección del combate, en la que atacan a ráfagas: o bien decidimos combinar los golpes físicos con las cargas de energía (no vale de nada disparar a mansalva, no les resta energía), o nos dedicamos a esperar a que ambos se junten para comenzar a batallar 'seriamente' en este momento. Si optamos por la primera opción corremos más riesgo de quedar expuestos a algún percance del multiplicador, que aquí no de chance a ser recuperado. En cierto momento del combate los dos guerreros adoptarán una actitud más agresiva y comenzarán a unir rayos láser en forma de triángulo, para luego lanzar una descarga circular de fuego. Como se centrar en un punto preciso del mapa no resulta complicado tomarles la espalda y comenzar a repartir golpes de garra hasta que la vitalidad se reduzca a cero. El último de la tropa ha muerto, ahora sólo queda el jefazo final.

Deko Gekisho

Gekisho es, como era de prever, el enemigo más duro del juego (o al menos uno de ellos). En su primera transformación emplea una cantidad considerable de ataques, empezando por llenar la pantalla de proyectiles (podemos detenerlos con las garras), pasando por proyectar cuatro enormes hilares de color rosado (nos colamos en los pequeños huecos que dejan entre sí), para terminar con otras dos hileras de cuchillas (de nuevo las garras), sin olvidar el golpe de lanza directo (rodar es una buena opción). También emplea un ataque central que lanza proyectiles verticalmente, así como la proyección de un centenar de bolas rosas cuya dirección cambia (y debemos seguir) constantemente. Lanzará bombas, hará uso de un doble rayo láser que esquivamos rodando y de distintas variedades de pequeños proyectiles violetas.

Explicamos la mejor forma de evitar cada ataque de esta transformación porque sólo podemos aprovechar el breve lapso que Gekisho utiliza para recargar' entre ataque y ataque para causar daño, amén de rodar de un lado para sin soltar en ningún momento el gatillo o correspondiente botón que estemos empleando según la configuración elegida. En este escenario contamos con la posibilidad de mover ligeramente la perspectiva si rodamos cerca de los bordes. Es una forma de evitar determinados ataques y de tener libertad de acción sin tener que recurrir al espacio que muestra el televisor.

Después de un rato su resistencia se vendrá abajo para emplear una nueva estrategia, aunque no nos costará tanto trabajo como la anterior salir victoriosos. En este caso debemos centrarnos en alejar los proyectiles de Kachi, por lo que empleamos las garras cuando la esfera marque el momento indicado. Hay que tener en cuenta lo que representa cada color: si aparece una esfera roja, eso implica que puede propulsar a las que están pegadas a ella. Las azules son independientes, como las verdes o los cuchillos. No debemos cegarnos en hacer combos, pues no es necesario, basta con apretar el botón una vez o si acaso combinar dos estocadas para mayor efectividad, pero de nada sirve quedarnos quietos durante unos segundos. El procedimiento es el mismo con cuchillos y resto de objetos que lanza. Puede que nos cueste varios intentos la primera vez que nos enfrentemos a él, pero tarde o temprano caerá, como todos sus compañeros, dando por concluida la aventura y con ella esta guía.