Una caída entre las ramas...El gran manto, como una panza. Las garras arrancan al niño el collar que Mímir el gnomo le había puesto para convertirlo en un ser deforme, un tullido que nunca podría enfrentarse a él...
El huérfano, ahora libre, debe aprenderlo todo sobre los mundos que crecen, respiran y vuelven a morir a su alrededor.
Para ganarte el derecho a vivir debes demostrarle a los dioses tu intuición y tu valor...
Thor: amo de la tormenta, siempre vigilante para rechazar los ataques de los gigantes que deambulan por Asgard, el reino sagrado...Loki: el espíritu de la superchería y el fuego. Cambiante como una llama, mortal y deshonesto como una esposa humillada...
Thor: amo de la tormenta, siempre vigilante para rechazar los ataques de los gigantes que deambulan por Asgard, el reino sagrado...Loki: el espíritu de la superchería y el fuego. Cambiante como una llama, mortal y deshonesto como una esposa humillada...
EL ESCLAVO EN LA FORJA
Durante las primeras treinta estaciones de su vida, el niño abandonado no tuvo nombre. Objeto entre otros objetos, instrumento entre otros instrumentos, creía que el círculo de árboles que rodeaba la forja del enano Mímir, su amo, era el límite de su mundo y que el cielo y la tierra no existían más allá de ese muro de ramas. Su único entretenimiento consistía en mirar cómo crecían los granos en la cara del feo gnomo y los rescoldos brillantes de la forja eran los únicos colores que ilustraban sus sueños.
El niño golpeó la palanca del martillo con tal fuerza que se crearon varios pequeños incendios. Entre protestas del gnomo el niño fue apagando las llamas llenando agua en el depósito de agua y echándolo sobre el fuego.
Una vez apagado el incendio el gnomo se percató de que el techo ahora parecía algo más débil por lo que mandó al chico a por un arcón para reforzar el techo que se encontraba afuera, cerca de la madera. Al acercarse a los montones de madera de su derecha...
LOS CUERVOS DEL DIOS GRIS
Cuatro alas negras, brillantes y puntiagudas con los que talar el espacio que hay entre los mundos...cuatro ojos sin párpados con los que examinar el horizonte del tiempo... Hugin y Munin...Memoria y voluntad: dioses devorados por la duda...Fieles a las órdenes divinas, los pájaros llevan en sus garras al niño esclavo y lo elevan al cielo, para mostrarle mares, montañas y llanuras que nunca había sido capaz de imaginar.
Una vez en el suelo, el niño libre de sus pesadas vestimentas encontró a un toro sagrado atrapado entre unas ramas. Usó unas tenazas para cortar las ramas y le ofreció una rosa al toro sagrado. Al parecer era un manjar de su agrado. Se fijó en un guerrero que había atrapado entre unas ramas y con el pensamiento de liberarlo, plantó otra rosa en el suelo seco, para atraer al toro sagrado.
Después colocó el trozo de cuero alrededor del cuello del animal. Con un gancho unido a una cuerda que había encontrado por el prado, enganchó una de las ramas que atrapaban al guerrero y ató el otro extremo de la cuerda en el toro para que éste pudiera tirar.
Al acercarse al guerrero para ver el poco éxito que esto había tenido, se le ocurrió la idea de cortar las ramas con su puñal. Sin embargo, una aparición nos aconsejó dejar tranquilos a los difuntos. El niño se dirigió a la raíz donde había aparecido por primera vez y escaló hacia arriba ayudándose en el trecho final por su puñal...
Luego empujó la palanca de la especie de reloj de arena hacia adentro, y pudo ver el reflejo de un hombre muy parecido a él. Volvió a dejar la palanca como estaba y pulsó dos veces (en el aparato triangular) sobre la bolita de la izquierda y dos veces a la de arriba.
Recogió la flor de hielo (la planta azul) y la colocó también en su lugar según el esquema. Pulsó dos veces en la bola pequeña de arriba y fue a recoger otra flor de fuego y la tapa del cobre que halló en el suelo. Los puso en el aparato triangular y pulsó dos veces la bolita de la derecha. Cogió el diamante del centro y la gema dorada del suelo. Unas puertas se abrieron...
Luego empujó la palanca de la especie de reloj de arena hacia adentro, y pudo ver el reflejo de un hombre muy parecido a él. Volvió a dejar la palanca como estaba y pulsó dos veces (en el aparato triangular) sobre la bolita de la izquierda y dos veces a la de arriba.
Recogió la flor de hielo (la planta azul) y la colocó también en su lugar según el esquema. Pulsó dos veces en la bola pequeña de arriba y fue a recoger otra flor de fuego y la tapa del cobre que halló en el suelo. Los puso en el aparato triangular y pulsó dos veces la bolita de la derecha. Cogió el diamante del centro y la gema dorada del suelo. Unas puertas se abrieron...
LAS PRIMERAS ADVERSIDADES
Para ganarte el derecho a vivir debes demostrarle a los dioses tu intuición y tu valor...
Thor: amo de la tormenta, siempre vigilante para rechazar los ataques de los gigantes que deambulan por Asgard, el reino sagrado...Loki: el espíritu de la superchería y el fuego. Cambiante como una llama, mortal y deshonesto como una esposa humillada...
Thor: amo de la tormenta, siempre vigilante para rechazar los ataques de los gigantes que deambulan por Asgard, el reino sagrado...Loki: el espíritu de la superchería y el fuego. Cambiante como una llama, mortal y deshonesto como una esposa humillada...
Pero antes que el valor y la gloria debes aprender la lógica de los mecanismos sutiles de los gigantes constructores y la paciencia de la maduración lenta de los enanos.
Cogió unas piedras de la gruta y las tiró al final del precipicio. Era hora de enfrentarse con el enemigo de rojo. Se limitó a lanzarle piedras cada vez que este quería lanzar su hechizo de fuego. Finalmente el enemigo de rojo desapareció convirtiéndose en humo. Después de esto el niño se lanzó al vacío.
EL FINAL DE LAS PRUEBAS
Observa, aprende y lucha: éstas son las promesas del mundo de los hombres para aquellos que buscan su destino. Pero las mentiras y los engaños se interponen siempre en el camino del guerrero...
Es por eso que aquellos que han vivido sin atreverse a bañar sus almas en las sucias olas de la pasión y la embriaguez encuentran la última y más preciosa de las enseñanzas lejos de la tierra de los vivos...
El niño pasó por debajo de las raíces y al otro lado unas almas le atacaron. Tras hablar con ellas se arrojó al estanque y le dejaron pasar.
LA METAMORFOSIS
En la savia de los rápidos que discurren por las profundidades de la tierra; los segundos son tan poderosos como los años: el cuerpo del muchacho sin nombre es estirado, sus miembros crecen, su piel se tensa, sus músculos y tendones se alargan...
La fuerza de la madurez se acerca por fin...
La fuerza de la madurez se acerca por fin...
El hombre giró el palo que había bajo la roca a la izquierda y luego lo alzó para hacer caer la roca encima de los muertos vivientes. Bajó rápidamente la escalera y a pesar de la descarga de energía consiguió llegar abajo, coger el amuleto y subir rápidamente de nuevo las escaleras. Su último enemigo fue víctima de la descarga y finalmente pudo hablar con el oso que había salvado.
Por fin había encontrado una pequeña parte de sus orígenes, la espada que debía ser buscada: Nothung y un nombre: Sigfrido.
De vuelta a la casa del gnomo, Sigfrido llamó dos veces a la puerta. El gnomo se negó a abrir la puerta así que no tuvo más remedio que pedir ayuda al oso el cual derribó la puerta de un zarpazo. Al entrar se dirigió a la izquierda y encontró al gnomo en una de las dos cajas escondido. Como el gnomo no parecía cooperar, Sigfrido tuvo que pedir ayuda al oso. El gnomo habló de la espada pero sin decir su localización. De nuevo Sigfrido tuvo que pedir ayuda al oso y entonces el gnomo los puso sobre la buena pista de la espada.
EL ENCUENTRO CON ERDA Y EL CREPÚSCULO DE LOS DIOSES
Durante la caza de celebración de las bodas de Gunter y Brunilda y Sigfrido y Grudrun, un uro blanco se acerco al wolsungo. Tras conducirle hasta un hito en el bosque, el animal anuncia la llegada de Erda, madre de las Nornas, la eternidad personificada, enemiga del mal que hacen los hombres...
Erda le devuelve la memoria a Sigfrido, pero no puede evitar la batalla en ciernes: Hari y sus hombres han localizado al portador del anillo...
Para Sigfrido y Brunilda, arrepentidos y tímidos, embriagados por el deseo de destruir leyes ancestrales, ha llegado la hora de una muerte triunfante...
El lugar estaba lleno de sauces llorones de no buenas intenciones. Sigfrido observó a la araña muerta en el suelo. Cogió la vara que yacía a su lado y la utilizó en uno de los sacos de veneno. Con ello obtuvo una bolsa colgada de una vara que utilizó con el árbol para secarlo.
Luego lo empujó y caminó a través de su tronco al otro lado. Sigfrido pudo ver como una araña venenosa venia directo hacia él, así que volvió atrás y se metió de nuevo por el tronco. Luego una vez muerta la araña que se había metido también en el tronco, Sigfrido pasó con tranquilidad al otro lado.
LA BÚSQUEDA DE NOTHUNG
Atravesando bosques y claros, arrancando tanto hierba como árboles en busca de Nothung, Sigfrido arriesga su vida en los más profundo del bosque ancestral...En su centro se alza, oscuro y amenazador, el castillo del gigante Kuperan...
Esta fortaleza es el hogar de unos ágiles monstruos con un apetito infinito y se encuentra bajo la protección de un conjuro maligno, pero Sigfrido sabe que es aquí donde se halla Nothung...
Esta fortaleza es el hogar de unos ágiles monstruos con un apetito infinito y se encuentra bajo la protección de un conjuro maligno, pero Sigfrido sabe que es aquí donde se halla Nothung...
Eludiendo la mirada vigilante del ogro y engañando a sus mortíferos servidores consigue llevarse la espada rota de los wolsungos y regresar triunfante a la forja de Mímir para volver a forjar la espada.
Después de atravesar un gran puente, Sigfrido se hallaba ante un gran edificio. Se escondió a la izquierda. Una araña salió del edificio y volvió a entrar. Después Sigfrido entró por la gran puerta. Se hallaba en la morada de un gigante que tenía preso al rey de los enanos, Alberich. Tras hablar con el enano Sigfrido supo que el gigante guardaba una espada rota que podría tratarse de Nothung. Alberich prometió decirle donde la escondía a cambio de que le salvara la vida.
Sigfrido bajó del mueble a las calaveras con tierra, a su izquierda se metió en un cajón lleno de sal y una vez bien impregnado, saltó al suelo. Trepó por las grapas que había en el lateral del mueble hasta arriba y luego se dejó caer para poder coger la llave.
Sin perder a la araña guardián de vista, se dirigió al mueble de al lado y lo escaló usando nuevamente unas grapas que había en él. Saltó en frente, a la pequeña cornisa y dio las llaves al enano. Mientras el enano distraía al gigante, volvió al montón de tierras y calaveras y cogió un poco de basura que usó en el cepo para atrapar a la araña guardiana. Cogió una pata de la araña e hincó en la pata de araña un saco de veneno del cuerpo de la araña. Se dirigió a la caja donde tenía guardada el gigante la espada y usó allí el morral de ácido con la apertura. Fue así como Sigfrido cogió los fragmentos de Nothung.
De vuelta a la forja se encontró con que Mímir no podía forjar la espada, así que debía apañárselas solo para ello. Sigfrido usó la palanca de la forja, puso los fragmentos dentro del cuenco y usó el fuelle. Después volvió a la forja, usó la palanca para hacer venir al cuenco y volcó el cuenco. Así obtuvo el molde que tiró en el agua, obteniendo así la espada. Luego la puso sobre el yunque y utilizó el martillo hasta que la espada estuvo forjada.
EL DRAGÓN FAFNIR Y EL ORO DEL RIN
Tras recomponer los diversos fragmentos de la espada, Sigfrido sabe que puede enfrentarse al mundo... ¿Y qué mejor manera de anunciarse a los hombres que derrotando en combate al más poderoso de los enemigos, el dragón Fafnir, guardián del Oro del Rin, el Anillo de los Nibelungos, sol en la tierra y principio absoluto de toda la vida que ni los dioses Asgard fueron capaces de controlar?
Guiado por Mímir hasta la guarida de la bestia, Sigfrido atraviesa el corazón del monstruo con Nothung y su sangre mágica, que se derrama sobre el cuerpo de nuestro héroe, le protege como un caparazón que le hace invulnerable a todo tipo de armas...Su piel es ahora una armadura perfecta que no tiene más que un defecto: una hoja que cayó sobre su espalda mientras la sangre del dragón le cubría ha creado una pequeña brecha en esta protección mágica.
Una vez en la guarida, Sigfrido se adentró hasta llegar a un suelo con la forma de una serpiente dibujada en las baldosas. Primero dejó pasar la pared de pinchos y después siguiendo la forma de la serpiente cruzó al otro lado. Se fijó en una piedra en la que faltaba algo. Al llegar al puente encontró un escudo. Volvió atrás y lo colocó en la piedra. Esto hizo despertar al monstruo. Tras derrotar a Fafner, Sigfrido se convirtió en el nuevo dueño del Anillo de los Nibelungos.
LA CANCIÓN DEL MUNDO Y LA MUERTE DE MÍMIR
Poseedor ahora del Oro del Rin, la leche eterna de la que una vez bebieron los Guardianes del Destino, las mismísimas Nornas, Sigfrido pasa a ser el eterno objetivo de todos aquellos que ansían poseerlo...
Pero el anillo le ha otorgado muchos poderes y, puesto que ahora conoce la Canción del Mundo, el wolsungo puede rehusar el cáliz envenenado que el entrega Mímir antes de matar a su antiguo amo y emprender camino hacia Hindarfial, la montaña mágica en la que descansa ahora la protectora de sus padres, Brunilda la valkyria.
A la salida de la guarida de Fafnir, Sigfrido se encontró con un cuervo que le hizo desconfiar de Mímir. Más tarde llego Mímir ofreciéndole un cáliz. Sigfrido desenfundó a Nothung y puso fin a la vida de Mímir pues el cáliz estaba envenenado.
LA VALKYRIA
Castigada por haber desobedecido órdenes divinas y haber protegido a los amantes incestuosos Sigmundo y Sieglinda, Brunilda yace inconsciente y celestial, en el corazón de un volcán vigilado por los Thurs, hombres salvajes al servicio de Odín...
A pesar de tener que superar muchas batallas y trampas, Sigfrido consigue llegar hasta la capilla en la que yace la Valkyria, deshace los conjuros que mantenían el alma de la virgen en el limbo de descanso eterno y, con ella, experimenta por vez primera lo que es el amor apasionado...
Pero después de diez mil veces mil amaneceres, diez veces mil abrazos el alma de nuestro héroe se oscurece poco a poco... El Oro del Rin, el maldito anillo que lleva en su dedo, busca otros horizontes, otras caras que contemplar, nuevas batallas en las que desplegar su poder...
Sigfrido corrió a esconderse de los guardias entre los pedruscos que había a su izquierda. Después corrió hacía la carreta para esconderse de otra patrulla y finalmente usó el arbusto en medio del camino hasta que pasaron la pareja de guardias. Corrió hacia la gran puerta y utilizó la espada para romper sus cadenas.
Entró y cogió la bomba del baúl. Volvió a la carreta y puso allí la bomba, activándola con la espada.
Después corrió lejos de la explosión. Así fue como Sigfrido entró a la ciudad para despertar a la bella Brunilda. Para ello tuvo que encontrar la combinación correcta de las garras que la custodiaban.
EN LA CORTE DE LOS GIUNKINGOS
Y así, Sigfrido llegó al reino de la antigua y cruel dinastía de los Giukingos...Gunter, un rey destemplado y débil, se encontraba dominado por su hermanastro, el archignomo Honi, ser falso y versado en el difícil arte de la hechicería...
Su hermana Grudrun, venerablemente bella e insaciablemente melancólica, se reía en la cara de los hombres y hacía que arrojasen los cadáveres de sus amantes a las lechosas aguas del gran puerto que había a los pies del castillo tras una sola noche juntos...Soñaba con un marido que osase dominarla y fuese capaz de domesticarla...
Sigfrido para Gunter: la esperanza de un aliado, un campeón capaz de derrotar a los bárbaros y dominar a los siervos rebeldes...
Sigfrido para Gudrun: un marido y un amo.
Una vez en el lago de las mujeres pez, Sigfrido se acercó a la de la derecha y rechazando su propuesta con la espada, le habló sobre lo que necesitaba. Después se acercó a hablar con la mujer pez de la izquierda. Esta le pidió capturar al enano Alberich a cambio de sus lágrimas.
Para capturar a Alberich, Sigfrido corrió rápidamente al puente que tenía detrás y lo rompió. Después dio la vuelta por el otro lado para llegar al puente que había roto y allí estaba Alberich con el paso cerrado. Así consiguió la lágrima de la mujer pez.
LOS TRES OBJETOS DE LA MAGIA MALIGNA
Sigfrido, el wolsungo que nunca conoció la derrota, a quien ningún oponente había conseguido humillar, cae atrapado con facilidad en las redes mágicas de Honi del mismo modo en que una vez Otr la nutria cayó en las redes de Loki...
Bajo el control del gnomo, en las cuevas que se extienden por debajo del Rin o en los estériles espacios entre los mundos, el propio héroe reúne los elementos de una poción del olvido que lleva escrito su nombre...
Sigfrido pasa por el camino descrito en la imagen para llegar a las Nornas. Para conseguir el hilo, primero habla con cada una de las tres y luego coge arena de la izquierda y se coloca de tal manera que rocía a la arañita con la arena. Luego usa su espada en el lugar donde había caído la araña y finalmente toca los hilos que hay al lado de la Norna azul.
Después de esto nos restará mirar los videos del desenlace final y cómo acaba el juego.